YO DARÍA MI VIDA POR TI.

19/08/2013

Le lance una mirada de esas que le solía mandar, pero él no me mando esa mirada con la que en tiempos me solía mirar; yo le sonreí con la esperanza de que me sonriera, pero no lo hizo, no hizo ni un solo gesto; lo mire a los ojos y le dirigí esa frase que me acostumbre a decirle, -te extraño-, pero el con nada más que una cara de tristeza y una lagrima resbalando por su cara siguió como si yo no estuviera allí, me ignoro como si no existiera.

Y yo con esa mirada, esa sonrisa y esa frase entre mi corazón destrozado no supe que hacer, sentía como mi corazón se partía entre mil pedazos, mientras yo y mi mente tratábamos de olvidar lo sucedido; no quería hacer nada, me senté al lado del semáforo mientras la lluvia recorría mi ser, me dedique el resto del día a observar las gotas de lluvia caer al suelo, como si eso fuera lo único que importara.

Pensé en volver el tiempo atrás y solo seguirlo hasta que me dirigiera una palabra, una sonrisa, o tan solo una mirada, pero desperté y me di cuenta de que era imposible; me encontraba al lado del semáforo donde observaba las gotas caer, 4:30am, decía en mi reloj dañado, quien sabe qué hora habrá sido, yo solo sabía el tiempo transcurrido desde la vez en que lo vi, desde la vez en que me ignoro.

No pude superar el hecho de que me hubiera ignorado, quiero decir, ¿Cómo siquiera había sido posible? Me costaba trabajo creerlo, puede que sea la razón por la cual no lo creí, siempre supe que algo estaba mal.

Quise ir a buscarlo y solo besarlo , besarlo como cuando estábamos tan felices que nada ni nadie se interponía entre nosotros, solo quise ir a buscarlo y decirle que lo seguía amando, y que nunca lo dejaría de amar.

Recostada en el semáforo esperando, ¿A qué? No lo sabía, pero estaba dispuesta a averiguarlo.

Volví a pensar en regresar el tiempo; desperté, 2:07pm decía en mi reloj dañado; cansada de esperar algo me levante, decidí despedirme del semáforo pues no sabría si lo volvería a ver, le agradecí el tiempo que me dejo estar con él y me dirigí hacia el camino que no conocía, solo camine mirando mis huellas pisar el camino, mirando al frente sin dejar de mirar atrás, solo camine.

Caminando mire al frente, un hospital, un presentimiento de que estabas ahí, un latido en mi corazón me decía que entrara, un pensamiento en mi mente me decía que me devolviera, ¿Qué debía hacer? Lo resolví mas rápido de lo que me imagine,  solo pensaba en ti, entre sin mirar atrás.

Los latidos de mi corazón me guiaban, se hacían más fuertes entre más me acercaba a ti, cuando deje de escucharlos supe que había llegado, mi corazón se había detenido, ¿Por qué?, una puerta frente a mí con una pequeña ventana en la mitad, mis ojos solo te vieron recostado en una cama con una gran cantidad de aparatos, una mirada de tristeza tenia tu madre hablando con el doctor, la curiosidad me gano y entre a preguntar que te había sucedido en tan poco tiempo, al estar a punto de sacar la primera palabra de mi boca hacia el doctor escuche lo que más temía, me destrozo el alma verte acostado ahí, nunca me volverías a recordar, la enfermedad que recorría tu cuerpo solo borraba de tu memoria lo que había sido una vida juntos.

Yo no quería que todo se fuera a la basura, tú pérdida de memoria llamada “enfermedad” me aterraba más a mí que a ti, no me volverías a recordar, nuestros momentos y alegrías desaparecerían en el aire como si fuera polvo, como si no hubiese sido lo que yo llamo amor.

Alcance a entrar a la habitación en la que te encontrabas pero por alguna razón ninguno de los dos mostro reacción alguna a mi entrada, como si no notaran que yo estaba ahí, era raro, pues, era la segunda vez que pasaba eso.

Me olvide de todo, me senté a tu lado y mire fijamente tus hermosos ojos, cerrados escondiendo un brillante tono azul, una joya; seguí y mire tu boca, pálida como siempre, aunque con ese “algo” atractivo que espere nunca descubrir lo que era; acaricie las manos más suaves y menos delicadas de todo el mundo, te mire, y llego a mí.

En ese momento vi llegar un recuerdo en mi mente que por alguna razón había desaparecido; una pistola dirigida hacia tu frente, sabía lo que iba a suceder. Antes de que un movimiento soltara lo que fue una vida perdida, tuve 10 segundos pensar, para recordar lo que un día te dije, “yo daría mi vida por ti, te amo” entonces supe lo que debía hacer, -CORRE- grite atravesándome entre un arma y tú, en ese momento mientras corrías por tu vida me lanzaste esa mirada, pero el daño ya estaba hecho, mientras la sangre salía por mi cuerpo tu solo podías correr y tratar de no mirar atrás.

Las joyas salieron por tus ojos y desparecí entre las nubes.

Te mire y sonreí, empecé a entender lo que desde un principio había comenzado, yo ya no estaba contigo. Pero entendí porque seguía allí, yo era la encargada de devolverte los recuerdos del amor que perduraran por siempre y para siempre en tu vida.

“yo daría mi vida por ti, TE AMO”

María Gabriela Rodríguez

Un comentario en “YO DARÍA MI VIDA POR TI.

Deja un comentario